Durante las primeras seis semanas, los participantes construirán una base sólida en los principios fundamentales de las finanzas. Este módulo inicial abarca desde los conceptos más básicos hasta las herramientas esenciales que todo profesional debe manejar.

El enfoque progresivo permite que incluso quienes no tienen experiencia previa puedan seguir el ritmo sin dificultad. Cada semana introduce nuevos elementos que se conectan naturalmente con lo aprendido anteriormente.

El segundo módulo profundiza en la planificación financiera a medio y largo plazo. Los estudiantes aprenden a evaluar diferentes opciones de inversión y a construir estrategias adaptadas a distintos perfiles de riesgo.

Este segmento del programa incluye casos prácticos reales y simulaciones que permiten aplicar los conocimientos en situaciones similares a las que enfrentarán en el mundo profesional. La metodología combina teoría con ejercicios hands-on.

El módulo final consolida todo el aprendizaje a través de un proyecto integral donde los participantes desarrollan un plan financiero completo. Esta etapa simula el trabajo real que realizan los consultores financieros profesionales.

Cada estudiante elige un área de especialización según sus intereses: finanzas corporativas, planificación personal, o análisis de inversiones. El proyecto final incluye presentación y defensa ante un panel de expertos.